martes, 25 de noviembre de 2008

FLORES AMARILLAS PARA MI MUERTA de Sandra Rubio

FLORES AMARILLAS PARA MI MUERTA

Fuiste moradora del bosque; llovizna de tequila
entre las extensas dunas,
y en tus ojos, el desierto
clama, por cuánta savia derramada
_______sobre tu frágil cuerpo de paloma derruida.

______(Yerma de soledades, o princesa,
______daba lo mismo. Aquello, era belleza.)

Bajo las enaguas, corre roja la sangre tranquila
entre un mar de caricias,
y en tus manos, el vacío
invoca, tristezas de silencios en un crujir
______________________[de acero.]
______Ensordecía, raro, tu dolor en la acera.

______(Yerma de soledades, o princesa,
______daba lo mismo. Aquello, era belleza.)
:

________Sandra Rubio Castillo (Jerez, Cádiz, 1983)
:

Ilustración de Sandra Rubio para su poema "Flores amarillas para mi muerta"

9 comentarios:

Enzo Antonio dijo...

Excelente amiga, muy bueno y felicitaciones otra vez.

Sandra Rubio dijo...

Quiero dar las gracias a Enzo, siempre con tu permiso Javier, pues no olvido que estoy en tu casita.
Y también quiero darte las gracias a ti, por dejar que mis palabras torpes naveguen con autores de tan elevado sentimiento y tan buen escribir.

Y como siempre, mi querido amigo, besos y versos, muchos versos.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Querida poeta de Jerez, Sandra:

Clásica y ambigua, novísima palabra, deshecha en la ruina
y ensamblada con yeso de luz.
Pequeña, no te apresa, no, no
te retiene ni la boca ni ese
papel volado en la hora de otoño.
¿ajada? ¿encendida en sombra?
¿amarilla de dejadez o de relumbre?

Vida, que ese es tu signo en fuga,
existencia consciente de su breve
don, de su posible invisibilidad
prematura cuando yo me vaya con otra palabra, con una música rota
a confabular nuevamente lo antiguo
y por venir.

Así, poema, niña, cortafuegos del habla, podríamos seguir y seguir y no volver a vernos nunca, salvo en
la saliva de los fresnos o en la
madriguera de un otoño, hora de temblar susurrando.

Un beso para Sandra
y mi felicitación, Javier,
por tan esplendido, generoso,
vital espacio entre el adios
y la muda quietud.

Víktor

josé lopez romero dijo...

Las palabras que salen del alma jamás podrán ser torpes, aún si eventualmente alguna fisura pudiera lesionarlas involuntariamente o por la sencilla razón de un decir que no busca mas que ser entendido a simple vista, como deben ser las cosas que se dan a la generalidad de las personas. Mi afecto, Sandra.

zeta dijo...

Bien, lo leí, me gustó, lo entendí de un tirón, el escribillo me deja pensando. Un beso, señorita, cuidese.

Sandra Rubio dijo...

Ay Javier ¿vio? Cuando lo leí (el poema de Víktor)lloré de emoción, se lo juro. Gracias por darme este trocito de espacio que me ha traído ese regalo inesperado. Aunque no lo quiera has sido partícipe. Gracias de nuevo.

Si no te molesta quiero decir a Víktor desde aquí que no sabe lo que ha significado esto para mí, que nadie nunca jamás me había escrito nada y menos aún un poema como ese, que todavía hoy no me lo creo. Víktor voy a imprimirlo, voy a ilustrarlo y voy a colgarlo en la cabecera de mi cama. Voy a acariciar y mimar cada una de sus palabras, como si fueran un bello recién nacido. Que voy a echarles de comer, a alimentarlas y a acompañarlas, que gracias infinitas, amigo, que esto no lo olvidaré nunca. Gracias, pues llegó en el momento adecuado. Aquí tienes a una poeta entregada.

A José que muchisimas gracias compañero de verbo, luchador de la palabra desnuda, caballero del poema de la albada, creo en tí, y valoro sobremanera tu opinión. Tu apoyo me ennoblece. Un abrazo.

Y a zeta, mi contador de cuentos preferido, mi escriba afín, mi hermano al otro lado del charco: Que le quiero, y que ya lo sabe.

Gracias infinitas. Javier, esto es mágico. Besos.

CONDE DRACO dijo...

Sigue escribiendo que tienes un gran futuro por delante. Te lo digo yo, que de ésto sé un rato.
Muchos versos, guapa

Sandra Rubio dijo...

Querido Javier, quiero dar las gracias al Conde, por salir de su escondrijo para loar mis palabras.

Es de agradecer, sabiendo que el lápiz, a veces me roba de estar a su lado.

Gracias mi Conde, contigo paz y a veces (muchas veces) la gloria.

Besos.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Querida Sandra:

Hoy, ahora, acabo de leer tu generosíma réplica a mis palabras.

Soy yo, lector reincidente,
quien está en deuda de gratitud
contigo.

Un beset

Víktor